Elegí ir por donde más te guste...

11.2.09

Entender

Cuando alguien dice "no sabés cuanto te entiendo" se siente un resto de empatía. Un haber estado antes ahí que autoriza al hablante. Y sin embargo, si yo declaro no querer perder el exterior, tal estar ahí no exite. No existe, porque hay que leer un autor que se deleita desarmando los espacios cuando lo que más se necesita es armar uno.

Estar ahí es ver a Rosario convertido en un mapa. Con su zonas rojas, verdes, azules e inimaginables. Es verme yo tomando el colectivo hacia exactamente sé donde sin saber la forma material del final. Es espiar las cortadas viendo la alturas de las casas y los árboles, imaginando la siniestra pobreza o arrebato de cartera (o de notebook, al caso da lo mismo o no) que te auguran que se esconde detrás de cada calle, de cada avenida, de cada vuelta.

¿Por qué pienso el dormitorio de rojo y le compro ventanitas a mi mascotita virtual?

Yo se exactamente donde se cortan las lineas y cuales corren paralelas y cuales perpendiculares. No estoy muy segura, eso si, de que sirva para algo. ¿Cuántas tarjetas de colectivo voy a tener que gastar?

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