Elegí ir por donde más te guste...

6.12.10

Trabajo en un sopor que me cuesta entender. Lo atribuyo al lugar. Hay unas no ganas de publicar que tampoco puedo entender. Como si tuviera que resguardar lo íntimo del fracaso. No hay un fracaso acá, pero los límites me parecen tan difusos. Esto ni siquiera puede pasar a formar parte de la autofiguración. Juan confiaba en la extrañeza que quedaría reflejada en el qué dirán. Yo, yo me estoy perdiendo en los días con los que no estoy segura que pueda armar una realidad.

Me deprimo, cada vez más, cada vez más desconfío de mi. No es una humildad impostada. Peleo. No se dónde encontrarme, eso es seguro.

18.10.10

No dormir

El insomnio te abre el cuerpo al medio. No te corta en dos. Te separa la piel en dos, deja la carne, la grasa y los músculos al descubierto y sentís el aire en la columna. Se te entumecen los pies, tal vez por el frío que siente la carne ante tal exposición. A veces hay agujas que te pinchan adentro. Más que agujas son presiones: los dedos de alguien empujando un músculo sin piel. Aunque lo único que tengas abierto sea la espalda, el frío sube hasta el cuello y ahí lo deja duro. La cabeza queda apoyada sobre la mano, que se apoya a su vez sobre la almohada. No te podés mover. Si te movés es peor, porque ahí empieza todo. Ya sabés que si te movés, la piel se sutura pero el aire te queda adentro y se convierte en electricidad. Entonces empieza un dar vueltas interminable.
Hay momento en que el corazón se acelera, y entonces la electricidad te llega, como el frío antes, hasta la punta de los pies. Es que pensaste en lo que no tenías que pensar y eso dispara la endorfina que empieza a correr por el cuerpo y tarda un buen rato en desaparecer. Son enanos que te corren por adentro: una maratón a los cinco puntos cardinales.
El sueño es físico de todos modos. No hay nada que puedas hacer para que vuelva. Todas las recetas son inútiles. Eso es una obviedad para el insomne. Todas las recetas menos las de medicamentos. Es tan tentador. Una pastillita y chau, hola sueño. A las dos de la mañana todo lo que hiciste en el día para poder dormir es una idiotez. Y te sentís idiota. Querés tirar la terapia al medio de la calle y atropellar con un camión a tu analista. Freud y Lacan no tenían insomnio, se los aseguro. Y cuando lo tenían se tomaban una pastilla.
El insomnio también varía con la edad, con la etapa del año, con el efecto de la vida. Es genial, mi insomnio de verano es diferente al de invierno. Creo que prefiero el de invierno, porque el de verano es peor, porque el despertador suena y todavía no te pudiste dormir desde que te despertaste y sentís el cuerpo y la cabeza cansada. Cuando tenía entre 20 y 25 no me podía dormir, el problema era ese pasaba una o dos horas intentando dormirme; ahora tengo el insonmio de entre las 3am y las 4am y el del 5.30 am. Repito, el último es el peor (y es peor también para la persona que tenés al lado, porque él o ella pasa por una etapa de sueño más liviano y entonces te dice que dejes de bufar como un jabalí).
El insomnio es hereditario. Mi mama tiene insomnio. Solo que ella no lo llama así. Ella se despierta, lee el diario, come algo y luego se acuesta de nuevo. Serían excursiones en busca de algo, vaya a saber uno qué.
Es raro cuando alguien puede no dormir.

20.9.10

Mientras tanto

¿Qué es lo que está pasando? Fracturo el cerebro en varios pedazos, creo líneas divisorias. Si divido el problema en partes, si consigo crear el plan de acción perfecto tal vez triunfe. El problema de dividir el problema en partes es que la contingencia nunca entra. Escribí y borré "la contingencia nunca pasa". Eso quisiera, que la contingencia no pase. El problema debe ser el de siempre. Ahora, mientras escribo esto, me doy cuenta que si hay algo que no quiero aprender del psicoanálisis es que el problema sea el de siempre. Debería pensar en eso, en la singularidad de esto que pasa: esto que está pasando.
El sábado antes de mi cumpleaños alguien me decía que la escritura de la tesis doctoral debe ser una de las pocas experiencias únicas, de esas de las que me voy a acordar toda la vida y que jamás voy a poder repetir. El tesista ante esta afirmación, lo único que piensa es: gracias a dios.
Posiblemente nunca tenga que tomar una decisión como ésta. Esta decisión que ya tomé, tomamos. La cosa es que cuando se materializa se vuelve más difícil. Porque para mi el problema de la materialización es que trae más decisiones, y si puedo entender que la decisión madre es incomparable (es decir, que no acepta más parámetro de comparación para valorarla que el mio propio) las pequeñas no lo son. Siempre podría hacerlo mejor.
Ninguna decisión se toma sin la otra, están encadenadas, en sicro, solo se separan por el punto y aparte: la cosa es que una se prueba en el tiempo y, la otra, ahora.
La cosa es: ¿1400 pesos por mes (mas comisión inmobiliaria) es demasiado por una casa ubicada en el lugar más lindo del mundo, con un terreno de 400 m2, a diez cuadra de la ruta sin veredas, en una esquina, sin garage cubierto, sin cerco de ladrillo, con ambientes amplios, sin cocina separada y un poco de humedad cerca del piso?

13.9.10

¿Nueva mudanza?

Elegir un lugar para vivir es difícil. A nosotros se nos volvió el centro de la existencia. Es difícil cuando no te sobra la plata, es difícil en la sociedad capitalista, es difícil cuando todavía se tiene el ansia moderna de la seguridad cifrada en una casa. me quedo pensando que escribir sobre el "mientras tanto". Me pregunto si esta vez voy a poder. Si voy a poder trabajar y buscar una casa.
No tengo nada más que decir, no quiero angustia, esta vez no.

28.6.10

Verificación IV

12:41 - Llamo tres veces más a la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo. Sigue sonando, sigue sonando, sigue sonando (y escribo con la música de la canción de Mana: "sigue lloviendo..."). Para mí que la mina que me atendió la única vez que me atendieron y a la que le dije que el conmutador no funcionaba se avivó y no atendió mas. Y yo sigo llamandooo, sigo llamandoooo a la Dirección.

En fin, 10 veces en total. No llamo más en parte porque estoy re podrida y se van todos a la puta que los pario (incluido el gobernador), en parte porque "ringgggg" se me acabó el tiempo, son la s unas y se van todos, y, finalmente, en parte para que la realidad no contradiga a la ficción.

10 veces en total. Otro día perdido. En mi curriculum de CONICET voy a poner "en el medio de todo esto, intenté sacar un crédito para una casa". Ni se les ocurra tener hijos ¿saben el tiempo que eso lleva?

Verificación III

11:48 - Llamo tres veces más a la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo. Sí, ya sé, me colgué, estos tipos trabajan hasta las 13 y yo dejé pasar entre intento e intento casi una hora. Estaba haciendo preguntas para el parcial y contestando mail sobre los avatares en tierras foráneas. El teléfono suena, suena, suena (trato de controlar cuánto pasa entre que empieza a sonar y me dá ocupado porque nadie atiende pero no tengo cronómetro y me distraigo de las agujitas del reloj).

Verificación II

10:38 am - Llamo tres veces a la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismol. El telefono suena, suena, suena (lo dejo sonar como 20 veces) y nadie me a tiende. Me olvidé de decir que la chica que me atendió antes me dijo que llamara en 10 minutos que el interno le daba ocupado.

Verificación

10:16 am - Intento 1 de llamar al arquitecto de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo. Interno ocupudo (+ no anda el conmutador)

24.6.10

Trámites (un texto totalmente referencial)

Mientras venía en el colectivo pensaba cómo escribir esto. En realidad, primero tenía una enorme necesidad de escribirlo, luego me puse a pensar en cómo hacerlo, después en la publicidad que iba a darle (¿qué hago? ¿lo subo sólo al blog? ¿lo publico como nota en facebook? ¿etiqueto a todos mis contactos?). Finalmente me pregunté por lo que creo que era correcto preguntarme: por qué voy a escribir esto (me resonaba en la cabeza una frase que ya no sé como la habían formulado pero que repetía la de Mirtha Legrand: usted está muy politizada). No escribo lo que debería escribir, es decir, las razones de por qué apoyar al gobierno actual, y sin embargo escribo esto. Había una justificación obvia: la remota posibilidad de que alguien que estuviera o fuera a estar en la misma situación que yo, que nosotros, lo leyera y pudiera servilre para algo. Pero me doy cuenta de lo pobre de esa justificación. Sin duda que me haya hecho preguntarme lo que acabo de escribir es también una buena razón. Pero insisto, por qué. ¿Qué repito? ¿una crítica más a la empleada de Gasalla, es decir, el argumento constante e irreflexivo de que los empleados públicos no trabajan (que extendido a otras esferas es el mismo que el que los docentes no trabajan o que a los investigadores hay que mandarlos a lavar los platos excepto que pueda publicitarse algún descubrimiento fantástico que ponga a este tercer mundo al mismo nivel que las academias extranjeras, excepción que repite la misma lógica de las jerarquias)? ¿repito malamente el argumento kafkiano y moderno contra la burocracia que termina justificando mi inacción ante ciertas cosas al presentarlas como incomprensibles? Si escribo, es obvio, es porque tengo la ilusión todavía de que surja otra cosa.
Entonces un estilo referencial. Todos más o menos saben que con Juan queremos sacar un crédito. Tenemos la suerte de, por diversas circunstancias, tener un terreno en Pueblo Esther y queremos sacar un crédito para así construir una casa y dejar de pagar un alquiler que nos está matando y que nos impide progresar en un montón de cosas. Siendo becaria de CONICET todo se complica porque en general mis ingresos no los cuentan y tenemos que jugar el juego sólo con los de Juan (acá iba un párrafo enojado contra la JCP que no voy a escribir, porque ya lo he hecho público en más de una ocasión a las personas que corresponde). El primer intento lo hicimos en el banco hipotecario. Empezamos a juntar los papeles, nos contactamos con una arquitecta e hicimos el plano de la casa. Lo gracioso y patético es que le mostré ese plano a todo el mundo. Mi típica actitud de cantar victoria antes de gloria. Andaba yo lo más feliz con mi, nuestro, plano, con la chimenea que separaba la parte del living de la del comedor, con mis preocupaciones de que el terreno fuera demasiado chico, cuando nos enteremos de que el banco agregaba un requisito más: que te depositen el sueldo en una cuenta en el mismo banco. Imposible. La secretaria dinosaurio del colegio (y por más que no fuera un dinosaurio) jamás depositaría en el hipotecario. Puf a los castillos en el aire. Patética yo y mi plano.
Casi simultáneamente nos enteramos de un crédito que otorgaba a la provincia, más exactamente la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo, para la construcción de viviendas. En un principio pensamos que no servía. En el verano nos fuimos dando cuenta de que sí, de que podía ser una oportunidad, de que por más que fuera poca plata y que te dieran predeterminado el modelo a construir era algo, que los intereses eran buenísimos, que eran cuotas fijas y en pesos. Voy a aclarar desde ahora, toda la gente nos atendió con extrema amabilidad, no fue ese el problema. Llegamos a averiguar, la señora nos obliga ya a comprar la carpeta amarilla para ir presentando los papeles, dejamos las fotocopias del dni y nos vamos con una serie de planillas para llenar y una hoja fotocopiada con los papeles a presentar que para nosotros era lo mismo que ruso. Nadie explica nada. Tengan en cuenta que este es un pan para vivienda sociales, que lo que te piden de ingresos es bajo, por lo que mucha gente de clase media-baja sin formación y sin contactos y sin un laburo que te deje trabajar en tu casa y llamar a un teléfono 10 veces en una sola mañana sin que te atiendan se presenta. En un momento Juan me lo va a aclarar, si vos no pudieras hacer lo que hacés, es decir, repito, llamar 10 veces a la mañana sin que te atiendan, no podríamos hacer esto. Es decir, o sos ama de casa o becaria de conicet o algo parecido sino no se cómo cuerno haces. En ese momento no le creí, ahora sí (supongo que esto que escribo es eso también: un acto de justicia). Bueno, pero no me adelanto. Papeles en el api 60 mangos todo ok (después me entero de que podrían haber sido 30 pero nadie, nadie te explica nada). Vuelvo re feliz de otro lugar con otro papel que no va a ser el correcto, pero todavía no sé que voy a haber gastado 80 mangos al pedo. Tenemos que ir a la comuna de Pueblo Esther, estar ahí toda la mañana, todo más o menos ok, 0 pesos. Pero nos damos cuenta de que la escribana hizo mal la escritura, corremos por todo Pueblo Esther para no tener que volver. La escribana enmienda la escritura con birome ¡¿es eso al menos legal?! En fin, nos vamos con los papeles que necesitamos, o al menos eso creemos. Presentamos todo, luego de una pelea el domingo porque Juan no encuentra ganas de ponerse a armar las planillas y yo no encuentro argumentos para justificar la necesidad (no voy a contar las otras peleas que esto trajo, son tan infinitas como el trámite) y de perder toda la mañana obviamente en la oficina. Ahí nos damos cuentas de que uno de los papeles no es el correcto. Es el formulario I. ¿Qué cuernos es el formulario I? Imposible de comprender por internet. Acá se le hubiera presentado a las personas sin amigos abogado un inconveniente insuperable, es casi imposible hacer ese trámite sin una abogado o alguien de una profesión parecida. Yo me encargo de eso, Juan de lo que falta para los ingresos (tenemos que pagarle también a un contador para que certifique los ingresos de Juan, ya no me acuerdo cuánto fue eso pero algo arriba de 100 pesos). Recuerden que este es un crédito para viviendas sociales. Entonces me contacto con Sonia, mi amiga abogada. Es como una luz, me hace todo el trámite para el formulario I (que entre otras cosas debe ser llenado a máquina de escribir: levanten la mano aquellos de clase media baja (y no me molesten con que ya no se puede hablar más de clases) que tiene máquina de escribir, o alguien conocido con máquina de escribir o alguien con el programa adecuado para llenar el formulario I (les juro que no les miento, se llamá así)). En fin, 30 mangos más sólo porque Sonia no me cobra los honorarios que debería cobrarme y sólo pagamos el costo del trámite. Presentamos todo. Supuestamente ya está todo. Ya no sé cuánto pasó desde que empezamos, cuánto tiempo perdimos, cuánto tiempo pasó.
Esperamos tres semanas y llamo para averiguar el estado del trámite. Me atienden. La persona, que yo sé que es la misma a la que le presenté la carpeta no sabe dónde está. Después de un rato de buscar me dice que faltan dos semanas más, que el agrimensor tiene 7 carpetas antes. Pero y entonces ¿cuántas carpetas había cuando nosotros presentamos? ¿cuántas carpetas por semana visa y pide al papel a catastro? Es obvio, la mujer que nos había atendido con tanta buena onda se había olvidado de pasar la carpeta. Si yo no hubiera llamado la carpeta se perdía en olvido. Decido que voy a acosar a la gente, lo difícil es que el agrimensor nunca está, es imposible acosarlo excepto que llame veinte veces por mañana: o está en Santa Fe, o está en catastro, o no está en la oficina. Les juro por dios que no estoy exagerando. No digo que el tipo esté tomando café, solo digo que no hay nadie en esa oficina que pueda proporcionarme la información que necesito. Nadie. Cuando logro comunicarme con el agrimensor (que miró la carpeta en menos de una semana, lo que confirma mi hipótesis anterior (me tendrían que dar el doctorado en hipótesis de trámites)), me dice que hay un problema con los papeles, que vaya. Voy. El problema: la escribana cita en la escritura un plano, que es el que yo, by the way, presenté, para la descripción del terreno, pero cuando nombra las calles entre las que se encuentra, lo hace con su nombre y no con el número como de hecho figuran en el plano que la idiota cita. El tipo tiene razon. Te van a encajonar esto en santa fe. Ahhh porque me olvidaba, luego de que hacen todo esto acá lo vuelven a hacer en Santa Fe, y si hay algo mal, según el agrimensor, no es que te avisan sino que encajonan, que cuando se les ocurre el trámite vuelve, y te das cuenta de que hay algo mal y que no te dieron el crédito y que no tenés casa, ni chapas, ni palo donde rascarte, que posiblemente hayas sido padre y marido pero que la justicia te tiene por bandido. Hay que ir a la comuna y hablar con la escribana. Yo estoy por irme a Paris. En el medio escribo la ponencia y presento un artículo para una compilación. Ahh señor y doy clases, pero mi reemplazo parece que también tarda, que no sale. No me quejo. No puedo quejarme porque me estoy yendo Paris. Lllamo a la escriba y Juan queda encargado de la comuna. Cuando estoy allá le pregunto cómo va el trámite. El tipo le aceptó los papeles, pero cuando lo llama nuevamente le dice que catastro no salió, que ahora que él llama se da cuenta que es raro, que va a preguntar. ¿Y si juan no tenía el tiempo para llamar 10 veces a la oficina? Les juro de nuevo que esto es así, si quieren comprobarlo les paso el apellido del tipo número de teléfono y me dicen y postean cuánto tardan en encontrarlo.
Vuelvo. Empiezo a llamar yo. Un día en Santa Fe, otro en catastro. El jueves lo encuentro. Me dice que ya tiene el papel, que está todo ok, pero que no se lo pasaron oficialmente. Que llame el viernes. Llamo el viernes. Recién, recién (son las 12.45 ya llamé antes tres veces, ellos trabajan hasta las 12.55 según me informaron antes) le acaban de llegar. Le va a pasar la carpeta al arquitecto. Que lo llame. Cuál es el interno. No sé porque se esta mudando de oficina. Llamá la semana que viene y preguntá.
Llamo hoy al arquitecto. Primero nadie sabe el interno, luego el interno no contesta. Cerca de las 13 hago el último intento. Me atiende. El arquitecto. En qué estado está tu traámite. Ya pasó por catastro. Y la parte social. Ya presentaste la parte técnica. No sé, no sé, no sé. Si no lo saben ustedes que llevan a cabo el trámite cómo voy a saber yo. Esto no se lo digo. Le digo que sé que aprobamos catastro pero que no sé si lo mandaron a la parte social y que nunca nos pidieron todavía los papeles de la parte técnica. Me dice que tiene que chequear en la computadora, anota los apellidos, me dice que llame mañana ¿Qué hubiera pasado si yo me confiaba y no llamaba? ¿si el agrimensor no me decía que llamara? Nuestra carpeta amarilla hubiera quedado ahí en la nada, nadie nos hubiera avisado nada. Tengo que ir yo haciendo que la gente pase de oficina a ofina la carpeta por telefono, cuando ese, todos sabes no es el trabajo.
La perversidad del sistema está mucho más allá. En algún momento de los últimos años hubo un salto cualitativo. Este es un crédito para viviendas sociales (incluso te prestan plata para coinstruir encima de otra casa). Creo que se relaciona con la falta de pudor de la derecha, con la crisis mediática y con otras cosas menos argentina. No quiero repetir estereotipos ni una posición paternalista pero: ¿cuánta gente sabe lo que es un formulario I? ¿cuánta gente entiende lo que es catastro? ¿cuánta gente tiene cabeza después de laburar 9 o 10 horas para darse cuenta de cómo van las cosas, de qué tiene que hacer? ¿podés desde una fábrica llamar 10 veces a una oficina? ¿y si estás dando clases? ¿y si sos empleada en un negocio? ¿si limpiás casas? ¿De qué se jactan los socialistas cuando dicen que vamos a ser como barcelona? No sé si Barcelona es mucho mejor, digo de qué se jactan cuando hablan de organización y eficiencia, porque justamente es ese el argumento que usan para tapar el hecho de que las políticas sociales les importan un cuerno. Si al menos fueran eficiente en esto. Mientras tanto pasa el tiempo. Si hay un problema que la argentina está teniendo es la inflación. No digo con esto que todo esté mal. Al contrario, sólo digo que hay inflación (repito, y que me doy cuenta de que la sociedad mundial se está yendo al carajo, no la argentina.) Los 92.ooo pesos van a valer cada vez menos. No sé ¿alguien puede ver el salto que yo creo entreveer?
Obvio está la parte egoista: ya sé que no tengo derecho a quejarme, que ciertas circunstancia me vedan ese derecho, pero hoy realmente me ganaron. No es miserabilismo, no es decir que todo está mal, solamente no tengo más fuerza y tengo mucha, mucha bronca ¿Y si encajonan todo en Santa Fe?

16.6.10

Vueltas II

Siempre es rara la vuelta. Una sensación de extrañeza que sale de lo más profundo del cuerpo. La extrañeza es corporal, porque los habitos que se perdieron son físicos. Automáticos. La cabeza se armó diferente y ya no hay modo de volver atrás. Entonces hay que insertar todo de nuevo. Es como si hubiee aprender de nuevo, y hacer un esfuerzo por recordar que hay que cambiarle el agua al perro. Pobre Logan. Me mira y yo me acuerdo que tengo que darle de comer.
Es al mismo tiempo la posibilidad del cambio. Creo. Ya no tomo sacarina porque me acostumbré a tomar las bebidas amargas. Antes dejé de comer pan. Lo raro es que siempre vuelvo a engordar. Siempre.
Esta vez no se muy bien para donde voy. Debe ser que para sobrevivir Rio había armado una serie de rutinas similares a las de acá. En Paris no hubo rutinas, más que los sandwichs de queso. Puro devenir. Tal vez Adriana tenía razón, tal vez europa, me haya enseñado algo.

3.6.10

Sol

Entre la gente de letras está bueno tener alguna desviación psicológica. Neurosis, paranoias leves, algún tipo de histeria. Está bueno. Entonces cuando uno hace las cosas más o menos bien, tenés alguna derivación obsesiva que te impulsa a hacerlas. Es decir, si planifico porque planifico, si no quiero hablar de trabajo porque no quiero hablar de trabajo. Los histeriqueos comunes. Digo, eso, los histeriqueos comunes. Nada, evidentemente no hay historia detrás de esto.

Ayer salió finalmente el sol y fue un día brillantes. Paseamos por lugares que comienzan a tener cierta familiaridad y después una obra de teatro en Bois de Boulogne, totalmente apartado del recorrido común, coronado con papas y cerveza en un banco de plaza.

Hoy la torre eiffel. Y sí sucumbí voy a subir, que se le va a hacer, quiero ver paris desde arriba, desde bien arriba. Creo que después paseo en bateau, si hacemos a tiempo. Va a ser un lindo, lindo día de sol en Paris.

2.6.10

Todos los días

Me toca ahora yogurth de coco y anana. Super tropical en un día que pinta gris de nuevo y con bastante frío (por suerte J. insistió en que me trajera el chaleco, sino me hubiera muerto de frío). Ya comí de pomelo, de naranja y de durazno. Quién sabe qué vendrá después. La cosa es así: es muy difícil encontrar en el super cosas en pequeñas cantidades. No podés comprar un yogurth, tenés que comprar al menos ocho y sino, como hice yo, doce. No podés comprar queso blanco. O comprás un pote de un kilo o bien potecitos chiquitos como si fueran yogurth. Ayer vi unas tartitas ya listas para poner al hotno, de esas sí podes comprar solo dos. Acá abundan las comidas congeladas, como en Rio, y a precios bastante accesibles, 2,5 euros por ejemplo. Lo que no tiene proporción es comer en la calle. En los único lugares que se come mas o menos bien (digo más o menos porque todavía me duele la panza de la Pita con papas fritas que me comí ayer, es que después me di cuenta que por más que fuera carne blanca no podía haber un pollo de ese tamaño y que debía ser cerdo o algo por el estilo) es en los lugares árabes siempre más abundantes o en ciertos lugares de sandwich y pastas donde te dan jarritas con agua de la canilla y así no tenés que gastar en bebida.

Ayer iba a ir al Louvre. Obviamente como era martes estaba cerrado. Entonces, idear un plan alternativo. Así fue como caminando por el Sena encontré el memorial de la Shoa (en dos palabras, porque creo que todavía no puedo escribir sobre eso: en el museo de Paris abunda algo que en los de Berlin brilla, ahora en comparación, por su ausencia: las imágenes de los campos de concentración, lo cual lo vuelve mucho más opresivo). Después fui a la Casa de Victor Hugo. Por suerte se me ocurrió que sería productivo para mi papel de profe en argentina I una exposición encadenada en torno a Los orientales y pagué la entrada: ahí estaban todos los Delacroix que no estaban en los otros museos. La exposión era impresionante, no muy extensa pero sí muy bien armada. Y sí, se parecen a los gauchos. Pero en Delacroix no predomina tanto el rojo, es como si Sarmiento hubiera visto a los pintores de segundo rango, en donde el rojo es un de los colores dominantes. Finalmente, en el camino de los intereses literarios, la foto en la tumba de Balzac. para llegar ahí, al cementerio, tube que caminar por una calelcita tipo San Luis llena de negocios de ropa de segunda mano, pero no la segunda mano interesante sino la globalizada. Paris sí tiene zonas que no son lindas. Ahí estas, los constraste y supongo la discriminación de la que tanto se habla (Aleja me contaba que la panadera de la panadería a la que va todos los días al principio la atendía bien, pero cuando se dio cuenta de que no era una turista, empezó a hacerse la que no entendía cuando Ale cometía algún error al pedir las cosas, y eso que Monmartre en esta zona no es justamente el barrio de la high society; ya sabemos, la exclusión se reproduce hacia abajo, todos necesitan un otro)

Se me termino el yogurth de coco y anana. Me voy a encontrar con los chicos del PIP en Notre Dame. Au revoir (todavía no sé bien como se escribe, que complicada que es la ortografía francesa).

1.6.10

Imposibilidad de completud


"De manera sintómatica hoy la flânerie del dandy, que ya en tiempos de Benjamin era una nostalgia decimonónica, ha sido reemplazada por ese acontecimiento organizado a escala masiva que son las maratones a través de la ciudad. El turismo a la metropolis es tan deseado como rechazada su contraparte,la inmigración, que sigue pareciendo una amenaza"

Aunque todos ya sabemos esto que dice Huyssen, fue un buen recordatorio ayer a la mañana. Es dificil escapar al imperativo de lograr la completud imaginada del viaje turístico. Hasta la escritura parece un gasto de tiempo, aunque sepa que por más que vaya temprano hoy al Louvre (y sí que se le va a hacer, no me aguanté hasta el domingo y lo planifiqué para hoy) no voy aguantar hasta las seis de la tarde. Entonces agarré Huyssen y me fui a leer el capítulo sobre Berlin a Luxemburgo, que son los jardines que más me gustan. Pero hacía mucho frío para quedarse sentada (tiene en los parques, además de los bancos, uns sillas verdes comodísimas, sobretodo unas que tiene el respaldo para atrás, en las que quedás como recostada) así que leí ese capítulo y me puse a caminar (sin mapa y sin guía turística). Caminé, vi una librería, miré libros, encontré las obras completas de balzac a 200 euros, caminé, miré vidrieras en saint-germain, caminé hasta el palais-royal, antes me comí un panini de salmón ahumado cerca de Notre Dame, me senté un rato en Tulleries y tomé el metro de vuelta.

Es decir, perdí el tiempo.

30.5.10

¿Dónde está la filarmónica?

Es domingo y estoy desayunando. Tarta de manzana porque se supone que es una especie de brunch porque tal vez hoy arranquemos temprano con los museos. Ayer fue un día raro. Me levanté cansada, con ganas de quedarme en la cama todo el día. Leí la ponencia del congreso y no me gustó. Le falta forma, para que el contenido demuestre toda su potencia. Después de almorzar me iba a acostar a dormir la siesta. Supongo que son esos momentos típicamente bajón de un viaje. Irina me decía a la noche, no se puede sentir saudade en un lugar así. Ella sabe que sí, que cuando hay cosas para extrañar se extraña.
Entonces, para huir de la extrañitis y de la preocupación por el congreso (y de la vocecita que me decía:"deberías estar trabajando") me fui al museo d'orsay, el de la pintura impresionista. Definitivamente, lo que más me gusta son los renoir y los monet (casí podría decir que más renoir), pero lo que me fascino fue Touluse-Lautrec. Ahora que lo googleo en internet me doy cuenta que es el mismo de los afiches que se repiten infinitamente alrededor del Sena. El cuadro que me gustó fue "Seule". Me hubiera gustado conseguir una reproducción para llevarsela a Juan. Pero es tan marginal que no está entre las postales que se venden en los bookshops. Pensaba ayer en el museo para que va la gente. Voy a decir la verdad: se me ocurrían una serie de comentarios y de ideas bastante excluyente. Pensaba de argentinos que sé y estoy segura de que jamás apoyarían dinero del presupuesto dirigido a las artes y qué sé que se han paseado por los museos de Paris. Pienso ahora en el prestigio cultural que obviamente otorga pararse enfrente de esos cuadros, prestigio del cual yo soy sin duda abonada. ¿Es la única razón por la que se pasean por los museos? ¿No es demasiado esfuerzo por un poco de prestigio? Está obviamente también el aura del original. Pero, pensaba, ¿pasa algo más? ¿alguna otra sensibilidad se despierta? Digo entre tanta audioguía, con las que tengo una relación ambigua, y necesidad de lectura del valor artístico (era increible la cantidad de personas que encesitaban que alguien les dijera porque esa pintura era valiosa), ¿pasa algo más?
Una guia intentaba explicarle a unos turistas de no sé qué origen en inglés,como la pintura de una naturalista en ciertos casos ayudaban a abrir los ojos de las clases altas a aquello que no querían ver y en otros, debido a cirto tono bucólico que se colaba, siemplemente hacía una representación complaciente a ese imaginario. Lo turista no entendian, no entendían qué era necesario hacer ver.
Despues me perdi por unas callecitas paralelas al sena, plagadas de galerías de arte mientras iba a la Cité Universitaire. Supuestamente ibamos a escuchar música clásica. Terminé bailando electrónica, en un lugar abierto espectacular, con las luces que contrastaban con el paisaje histórico, abajo de la lluvia. Volví al departamento en metro, a las 12 de la noche. Paris es segura de noche.

28.5.10

Marie Antoinette



Estoy viendo María Antonieta de Coppola. Creo que nunca pensé cuando la vi que yo iba a bajar las mismas escalera. Pasé el día en Versalles hoy. La categoría de semi-turista ayudó a que pudieramos quedarnos tirados al sol un buen rato, casi el tiempo suficiente como para olvidarnos de que atrás nuestro teníamos el castillo que brillaba en distintos dorados segun iba bajando el sol. La peli no es buena. No es buena políticamente digo. Yo me podría pasar horas viendo esos zapatos. Pero ultimamente no puedo ignorar que justifica el comportamiento superficial y, sobretodo, oneroso para el pueblo que se moría de hambre. Estoy muy política, muy setentista. No puedo entender que eso ya pasó. Que la imaginación ya pasó y no llegó al poder.
¿Qué es lo que puede la literatura? Posiblemente nada. Y sin embargo, seguimos acá.

27.5.10

El espacio que da la greve



No sé por qué extraña razón, el día que planeo hacer museos los cierran. Estoy acá sentada en el Jardin de las Tulleries. La gente estaba como desesperada cuando avisaron que informarían nuevamente a las 11.30 si abrian o no. Yo pude decirle al guardia que me iba a leer y volvía a esa hora. La cantidad de días que me quedo es extraña. Cuando iba a hacer trabajo de archivo me dejaba en el lugar justo de turista estudiante. Ahora no sé qué soy. ¿Una semi-turista? Tengo tiempo para leer en una café de Paris y de decir que los museos los hago otro día. Siento que tengo la obligación de adelantar trabajo y al mismo tiempo me quedo fascinada mirando la ciudad.
Porque sí, porque no sé debido a qué extraña razón ayer si se abrió camino la fascinación. Antes surgía cuando hablaba con alguien, cuando hacía un listado de las cosas que había hecho. Ahora no necesito el diálogo. Ayer, cuando me relajé y dejé de ver todo como una sucesión de imágenes postales, entré a paris.Me van a decir que si miro para atrá con Rio me pasó lo mismo, que ya debería saber. Es la ansiedad supongo y la necesidad de control.
Ahora sí, entonces, voy a escribirlo una vez y luego prometo no decirlo más: todo, todo es tan hermos, bello creo que es la palabra, estético.
.....
El sol no quiere salir y tengo frio. Recien un señor se sentó al lado mio con no se qué intención y me dijo, si es que entendí bien, y si la palabra es la misma en francés que en portugués, que los museos están en huelga. Huelga de museos en Paris el día que yo decido hacer museos. Genial. Voy a terminar de leer la novela y si no abren voy a pasear un poco. No puedo llegar muy trde hot. Tengo que comprar las cosas para el pic-nic de mañana en Versalle.

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Como biscuits fourrés a la framboise (son como unas masitas blandas cubiertas de chocolate y con dulce adentro) que compré a 0.74 euros en el super para completar el plato de ravioles (estaba muerta de hambre, esto de los sandwichs al mediodía para ahorrar euros me esta matando). Cuantas temporalidades diferentes. Mañana hace una semana que llegué a europa.
Hoy finalmente llovió todo el día. Museo de l'orangeri y petit palace. Los deslumbrantes originales. No sé qué voy a hacer cuando vaya al Luvre. ¿Quedarme a vivir es una opción?

26.5.10

Hoy

Si era posible, hoy me deslumbré más todavía (Hay otra entrada más larga, pero en papel, porque se largó a llover y me metí en un cafe sobre Montparnase. Se las debo)

25.5.10

De Paris a Berlin




En un momento estoy a punto de decirle a Aleja: "y si preguntamos por un bar dónde vendan cerveza alemana". En ese momento me doy cuenta que el chop que tengo en la mano, por más que sea del hostel donde estamos parando, es alemán porque no puede ser otra cosa, porque estamos en Berlín.

Estoy dos días en Paris y después me voy a Alemania. Me daba escalofrios ver la bandera esa que había visto en las películas. Vimos 9 museos en tres días. Desde tumbas de faraones, puertas babilónicas, enseres griegos, medallas de zeus hasta reseñas de pérformance, cuadros de Warhol y diversas maneras de procesar la historia. Por más que lei mucho sobre el tema, es distinto estar ahí, ver que eso que para muchos parece ser un problema cerrado, la memoria, está totalmente abierto. La ciudad se está debatiendo sobre eso, con fuertes apelaciones al pueblo alemán y en, ciertos casos, entre un exceso entre la redundancia como única manera de afirmar la existencia y lo kitsh del souvenir para el turista. Alejandrina me dice que es como si toda la historia antes del siglo XX hubiera desaparecido. Creo que tiene razón. Se oscila entre la búsqueda frénetica de un muro que nunca se sabe dónde esta (los restos del muro estan conservados en diferentes partes de Berlin) y la proliferación de monumentos y museos en torno al nazismo. Para ver otra historia están los otros museos, pero que sobre Berlin sólo cuentan la avanzada imperialista que les pemite tener todo en esa isla que concentra en cinco palacios gran patrimonio de la humanidad.

Recorrimos miles de barrios. Charlamos todo, como si al fin pudieramos ponernos al día. Es rara Berlin, estos edificios todos concentrados en pocas cuadras, después muchas cosas en construcción, demasiadas como para una capital. En el centro de Paris no cabe un alfiler, en Berlin te podes comprar un departamento en construcción en frente a la isla de los museos (qué resignificada vuelve la palabra isla, me cuesta cuando llaman así a un pedazo de tierra sólo separado por un puentecito). Es rara, a pesar de la idea de la rigurosidad alemana, uno se pierde todo el tiempo, porque la señalización, al menso a nosotras, no nos sirve de mucho. Es raro estar una ciudad en la que no entendés una palabra, que ves los carteles y no tenés idea de lo que te ofrecen para comer. Creo que la experiencia no fue sólo la ciudad, y los palacios, y los museos, sino también hacer una ciudad europea en tres días casi de mochilera con una amiga (que supo perfectamente escaparle a mi frenesí turístico y hacernos caminar todo el tiempo), durmiendo en una habitación mixta de diez personas y duchándome en una ducha que corta automáticamente el agua.

Siento que debería decir algo más, ir más allá de esta superficie. Creo que voy a necesitar un poco de tiempo para salir del catálogo. No es facil pasar de un promedio de cero aviones por año a 3 en cuatro días y seguir sientiendo que lo que uno vive es real.

22.5.10




Es obvio que es difícil escribir sobre Paris. Hasta decir que es difícil escribir sobre Paris es un lugar común. Encima tengo poco tiempo y yo tipeo lento. Pero, aunque suene demasiado de teoría, siento que me falta algo si no escrico apenas algo, como si no estuviera realmente acá.

Los lugares excesivamente turísticos no están buenos. En viajes anteriores habrán podido observar que soy una fanática del aura. Los turista, entre los que no me incluyo aunque lo soy, le sacan el aura hasta Notre Dame. Como me estoy quedando en Montmartre, eso fue lo que hice el primer día, la basilique du sacre coeur. Y hice una cosa bien aunque fue por azar. Como lo de aleja queda por detrás de la colina, subí por atrás. Divino: las calles, las escaleras, las casas, poca gente, un sol hermoso. Al llegar obviamente el amontamiento. A ver, no piensen que soy mala onda, pero disfrute más el museo de montmartre, que contaba las historias de los cabaret y que tenía el dibujito del conejo y del chat noir original (sí ese que esta en mil reproducciones a 1.5 euros cada una, 3x5) que el amontonamiento de la basílica.

Ahora el papelón: cuando llegué hoy a Notre Dame no la reconocí. A ver, yo no sabía que el gótico francés era así. Seguro había visto fotos, pero tenía idea de que tenía las torres típicamente puntiagudas, etc. etc. Estuve unos cinco minutos buscando en mi guía hasta que me di cuenta que sí era eso, eso que estaba ahí. Solo cuando me acerqué me impresionó. Voy a tratar de no escribir todo lo que me pareció increíble y que ya saben que es increíble: como los techos o los vitrales (porque este gótico sí deja entrar la luz). Lo que es genial es dar la vuelta: ir a la plaza que está detrás. La mayoría de los turistas no van a esa parte, se quedan en la puerta, y los laterales y la parte de atrás son mucho más impresionantes que el frente.

No puedo creer que estoy escribiendo sobre Paris, tengo esa sensación todo el tiempo, como que estoy en una dimensión paralela, que no estoy acá.

Resto: tour (el pibe caminaba a mil y paris se extendía más y más, es una ciudad infinita, no se acaba nunca), Arco del triunfo (ni en pedo hago esa cola para subir, tengo que elegir bien qué hago porque todo sale 10 euros), iglesia saint pierre (a que esta no la conoce nadie, me la topé en el camino hacia la torre eiffel, esos caminos en que no hay nadie y que me doy cuenta de que seguramente estoy haciendo cuadras de más y no me importa, una iglesia tipo medieval, con todo el aura porque estaba yo solita), torre eiffel (me comí un crepe sucre tratando de decirme todo el tiempo: estas en la torre eiffel, estás en la torre eiffel; no subí había colas de al menos una hora espero que en días de semana haya menos gente).

Mañana: Berlin sin compu.

21.5.10

Avión

Después de correr, de seguramente haber armado mal la valija (ya me di cuenta de que me olvidé gomitas para el pelo, hebillitas para mantener en línea mi flequillo y eso que hubiera logrado un equipaje perfecto: los tarritos chiquitos de shampoo vacios para cuando hagas los viajes cortos no cargar con el peso de las botellas grandes) tengo once horas y medias para escribir. En realidad tengo lo que dure la batería. Si hay algo que decidí es no ocultar cuando me asombre. Obviamente, soy de provincia. Ya está. El chico que está sentado al lado mío no. Para él el despegue es como salir de su casa en auto. Es que estoy escribiendo arriba del avión. Nunca había escrito arriba de un avión. Hay un televisorcito en frente mío. Sera que puedo elegir la peli que tenga ganas de ver? Los auriculares salen tres euros ¿podré usar los míos? No quiero desesperarme: si fuera por mí ya estaría probando todo como un chico. Pero no queda muy lindo: que yo diga acá que soy de provincia, no implica que todo el mundo tenga que enterarse ¿Me cobrarán las películas? Creo que no. Igual supongo que un gran signo de euro me va a avisar. Espero. Sería gracioso bajar y que me dijeran: señorita nos debe 50 euros.
No me acordaba que el avión hacía tanto ruido. En serio, no me acordaba. Las once horas me preocupan.¿ Que voy a hacer 11 horas? ¿Voy a poder dormir? ¿La voz de la azafata se escucha tan bajito porque tengo los oídos tapados o porque está bajito? Por suerte el experto en vuelo de al lado mío dejó de hablar con sus amigas de atrás. Parece tranquilo. Digo para nuestra convivencia de 11 horas. Es flaco además. En estas circunstancias eso es fundamental. Creo que es de Puerto Rico. Si no me equivoco Calle 13 es de Puerto Rico. Bueno, es que ya pensé en J. Me da vergüenza comer acá.
Nunca había despegado de día en un día nublado: está todo gris y de repente ya no. El sol da sobre el teclado. Iba a escribir esto al principio y me fui a otra parte. Fue impresionante ver las nubes blanca ¿Ya alguien dijo que despegar en un día nublado da la misma sensación que estar en plena pampa que a su vez es monótona como el mar? Blanco, blanco y más blanco, con protuberancia leves, como los fardos de pasto
Ya hay olor a comida. Yo por las dudas había desayunado en el Mc donals. El menú es el siguiente: almuerzo, ahora en un rato. Luego unos bocadillos calientes (¿sandwichs?) y dos horas antes de aterrizar el desayuno. Es decir voy a estar desayunando a las doce de la noche. Que en realidad creo que van a ser como las 5am en Paris. Ya sé que todos saben, pero yo no lo había pensado así que lo escribo. Voy a llenar esto de obviedades porque para mí no lo son. Y obviamente si se aburren no tiene que leerlo.
Voy a apagar la notebook ahora. Para que dure un poco más y poder luego trabajar un poco (tengo que su mar mis cosas al árbol para mandárselo a Miguel). No fue economizar batería esto de prender ahora pero tenía que escribir.
(pd. Las minas que están atrás mío son unas taradas y el televisor tiene un controlcito)

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Tiempo a destino:6.33
Distancia a destino:5704
Todavía no estamos en la mitad. Apenas puedo ver las letras de los que escribo porque no tengo espacio para tirar para atrás la pantalla de la notebook. Esta leyendo el libro que le llevo a Aleja. El de diego Meret. No hay todavía autobiografías de gente de mi edad. La luz se prende con el mismo control que empecé y paré mil veces la película que acabo de terminar de ver. La cabeza me va a estallar. Pero no porque me duela sino porque siento una presión insoportable todo alrededor. Debería tomarme un tetralgin, pero mi amigo del costado, al que ayude cuando se quiso levantar justo después de comer y no habían levantado las bandejas, está re dormido. Ya lo desperté mil veces. No quiero despertarlo de nuevo por ir a pedir agua. Igual no creo que el tetralgin cure nada. Que densa es la gente grande. Grita cuando habla. Hay gente que se saca fotos. Yo cuando fui a Disney también me saqué un montón de fotos en el avión. La gente empieza como a inquietarse. Es que todos pudieron dormir. Nos hicieron cerrar las ventanas para crear ambiente nocturno. Yo por suerte abrí justo para ver un poquito de atardecer. Ahora es de noche. El dibujito del avión que deje en la pantalla dice que estamos sobre el mar. La islita chiquita que aparece podría ser la isla de Cortázar. Qué referencia fea. No conseguí las ilusiones perdidas de Balzac. ¿Todo el mundo cuando vuela dice que se le tapan los oídos o se les hinchan los pies ¿a nadie se les secan las fosas de la nariz? Ya me duelen. Igual que me dolían cuando volví de Brasil. Si hay una próxima vez debería traer algo para hidratarlas. No me quiero imaginar que me pasaría ahora si tuviera los lentes de contacto puestos. Al final ni me revisaron si llevaba líquidos. Pasé una botella de medio litro de agua y el limpiador de cristales. Terroristas si me quieren contratar yo les paso el explosivo líquido. Eso sí no me vuelo. Así que al final podría haber traído las lagrimas. Yo me la conté diciendo que en los vuelos no se podía, etc., etc. y tengo dos pares de anteojos unos puestos, unos en la valija. Siento que estoy como drogada. Encima no puedo releer lo que escribo así que no se si esto no lo escribí ya
Decía. No hay todavía autobiografías de gente de mi edad. Meret menciona a don gato y hay un poco de identificación, pero todo se termina ahí. Además la biografía de mi clase debe ser difícil. ¿Cómo será sentirse identificada con aquello que se lee? digo en términos precisos ¿saber que vos tb viviste eso y que alguien lo está narrando?

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Distancia a destino 1977km
Tiempo a destino 2.28hs
Dormí un poco. Quise planear mi jet lag pero fue imposible. Dormí 1 hora y media en todo el vuelo. Encima el espacio entre asientos es tan corto que no consigo ubicar la notebook para poder trabajar. En la tarjeta de migraciones puse “transito”. Faltan dos horas para llegar a Madrid, estamos, según el avioncito, sobre áfrica. Estoy nerviosa.

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Estoy en Madrid. Estoy en Europa. Me pidieron hasta lo que no había traído en inmigración. No sé si tengo que pasar por eso de nuevo en Paris. Espero que no. El aeropuerto de Madrid es enorme. Tuve que salir y luego volver a entrar. Pero creo que entré por otra puerta porque en un momento estaba caminando totalmente sola. Pasillos enormes y yo totalmente sola. Si hubiera sido una película de terror y yo hubiera tenido un busto prominente, hubiera sido el momento en que el asesino habría atacado. Hay unos cubículos donde todos los fumadores están amontonados, parecen unas jaulas. Ya chusmeé los perfumes en el free shop. Es más barato este que el de argentina. Finalmente mi compañero de vuelo, gay, no era un genio en aviones, simplemente había tenido suerte: fue a estudiar un año a baires, consiguió trabajo, y de ese trabajo ahora mandan un grupo a Londres a aprender técnicas de venta para no sé que producto (algo de controladores de señales de televisión). Me cansé de jugar con el controlcito y el televisorcito. El impacto de la novedad pasa rápido.
Tengo mucho sueño. Espero dormir al menos 1 hora y media en el vuelo a Paris. No puedo pensar muy bien. Como diría Meret estoy en una pausa, no me llego a dar cuenta que esta amaneciendo en Madrid y que yo lo estoy viendo.

9.4.10

Andate a la puta que te pario

Pensaba. Hoy por casualidad. Como no podía escribir. Pensaba. En las duplicidades. Cuando digo. Ah pará la vida privada, es porque quiero proteger. No, porque yo no aguantaría. Y pensaba. Que digo que ellos van para allá y que yo soy igual. Qué que mierda voy a investigar a los 50 años si todo sigue bien. Qué mierda. Y pensaba. Veo sus fotos y sé de un engaño que no me hubiera imaginado. Ahora me da pena. La pseudo libertad me da pena. Yo me doy pena, yendo y viniendo como pelotita en discusiones ajenas. Sin decir ni sí ni no. Y después se me caen las lágrimas en el patio. Que boluda. No ves, no ves que no estas en quinto año. Que estás gorda y que ahora sos vieja. Que por qué me afecta tanto. Y yo que sé. Que mierda voy a saber. Que se metan los papeles en el orto, Paris en el orto, el puto viaje en el orto. Acordate que Literal ya existió. Ok. Ya existió.
Moulang Rouge. Yo ahí en el molino. Cómo voy a escribir a europa. Y el papelón, cómo voy a escribir el papelón. Sueno como el pajarito de la propaganda. Sabés que me gustaría hacer? De en serio? Una revista. Una revista para mujeres. ok. Y entonces la duplicidad. De última, todos tenemos un espacio privado, la cosa es cuando se cruza la raya.
Nadie, cabe aclarar, nadie, está exento de cruzarla.

5.2.10

IV

Sentada en el borde de la cama, se enrolla el pelo con las manos sucias. Embadurnadas. Blancas. Las tetas desnudas casi rozan el rollo de la panza debido a la curvatura de la columna. Y ahora qué hago. Como invento que salgo corriendo y el vidrio me corta los ojos. La luz.

Si le miente será una hipócrita. Si le digo la verdad no hay razon para que me quede.

El resplandor verde olivo y las correas que cruzan la ventana van a marcar el atardecer y los moretones de las palmas de las manos. Quien grite la palabra clave la tendrá rendida a sus pies. Es un insulto, no te das cuenta.

Si me recuesto, apenas, sobre el piso, puedo esperar. Si canto bajito tal vez no me escuche.

27.1.10

Odio a la gente con camisetas color amarillo

Hace calor. Mucho calor. La piel pringosa y el televisor se regodea en medir la temperatura en diferentes partes de Buenos Aires solo para aclararme que no estoy en Buenos Aires (ni en Mar del Plata, ni en Necochea, ni en Uruguay). Estoy acá. Armamos un bunker a prueba de todos y todo y dejamos entrar al perro y sus dos patas sobre el borde de la cama, sus orejas hacia atrás y su cola que se mueve, implorante, porque nos levantemos.

Leí nuevamente el típico sueño de irse de viaje por un año. Leí la típica opinión de que es el sistema el que te impide mandar todo a la mierda e irte de viaje en motorhome un año. Mi reacción es ya la lógica, la del cansancio con seudo rebeldes que plantean el irse a la mierda como el acto de rebeldía suprema. Y la misma nostalgia. ¿No se dan cuenta de que esos sueños y esa seudo rebeldía son parte del sistema? ¿Tan desprestigiada está la violencia revolucionaria? La violencia dejó de ser un camino, mejor dicho, la pregunta por la violencia dejó de ser un camino. Preguntarse al menos por la legitimidad de la violencia usada con fines nobles en vez de mirar atónitos que el gobierno de cierta ciudad en la que ahora no estoy compra pistolas de electroshock en una violencia que es más real que la rebeldía estúpida de agarrar la mochila e irse a la mierda por un rato. Pensé en un momento aclarar, decir: tal vez el resentimiento es porque yo no me animo a irme de viaje por un año". Pero me abstengo, no voy a dejarme en quiebre esta vez, voy a afirmar algo.

El otro día, medio en broma medio en serio, medio para escucharme al menos un rato en una conversación que no me incluía, medio para oírme decir algo que nunca había dicho, dije que tenía miedo. Miedo de que todo se fuera hacia la derecha y tuviéramos que exiliarnos. Después pensé ¿a dónde? Dónde nos iríamos Juan, Logan y yo. A Logan tendríamos que dejarlo, seguro. Dónde. Mi sueño dentro del sistema pasa entonces por ahí: una nostalgia por una causa que rebase una tesis y que haga que todo valga la pena. Creo que ya lo dije: la idea de la resistencia cotidiana ya me alcanza poco y casi nada.

Me llevó un año y medio de psicoanálisis, un perro y una pelea absurda con mi viejo, poder admitir con un dejo de convicción que no tengo que ser perfecta.

13.1.10

Banalizando a Rimbaud

Ya no soy la que fui. Ni sé la que seré. Supongo que en algún momento todos maduramos y sentimos profundamente una frase cómo esa.

Me siguen preocupando los modos de circulación del deseo. Cómo hacer una cosa, que ponga coto a otra, sin saber qué es lo uno y qué es lo otro. Me sigue preocupando la circulación de la culpa. Que mi mamá piense que no tengo 28 ¿Qué soy? ¿Demasiado infantil? ¿La única manera de ser adulta es el predominio de la razón? Debe haber otras formas, alguna que implique un perro minúsculo en un departamento minúsculo y tres semanas en Francia y lágrimas por los rincones. Alguna que a los 28 años no haga patética la angustia por un animal que debería ser la angustia por un hijo. A mi edad mi mamá ya me tenía a mi hermana y a mí. No dejo de tener la sensación de que su vida había terminado. Yo tengo un perro y pánico de que mi vida termine.

Soy patética, increíblemente patética. Ni siquiera si estuviera en bata, sin depilarme, despeinada y con un gato sería más patética.