Elegí ir por donde más te guste...

9.9.08

Horario electoral

Alrededor de las 13, todos los canales de Rio dejan un espacio gratuito para la publicidad electoral. Si alguien no le creia a Canclini cuando hablaba de marketinización de la política y de la categoría de ciudadano perdiendo límites, mezclando sus límites con la de consumidor, es porque nunca estuvo en Rio en víspera electoral. Es como un Sprayette de candidatos para vereador (una especie de concejal). Como Brasil sí implimentó la tecnología en el voto, parece que uno no tiene que optar por una o otra lista sábana sino que puede digitar el númerito de producto que le ofrece el televisor.

Entre "25123 - Adriano para vereador" y el tal Adriano al lado de un muñeco que lo replica con una cabezota enorme (que después el mismo futuro vereador (porque por el espacio que compro en la gratuitidad seguro que gana) se pone como si fuera una mascara, duplicando barrocamente el simulacro) y el "No de nuevo, decía!!!!" de la famosa píldora, parece no haber mucha diferencia (no estoy hablando de la propaganda política en general, ni callendo en la idiotez de la utopia manejada por ciertos sectores de que es posible democracia parlamentaria sin demagogia, sin propaganda, solo estoy dicendo que, en su concentración y en su forma, esto está mucho mas alla y es muy distinto a Macri abrazando al chico de la villa).

Un obrero tira un ladrillo, se da vuelta, mira a la cámara y dice "25123 - Adriano para vereador". Después en el noticiero que a nosotros nos suena a falso por el énfasis del acento, dice que el salario de un negro es la mitad de el de un blanco, alrededor de unos 550 reales (recuerden la blusa de 267 reales que no es sólo de Urca sino que se repite en Ipanema y en las bermudas que Critian se quiere comprar pero no puede porque la más barata sale 80 reales en Gavea). Lo raro es que el reclamo que se repite es el tan noblemente elevado de la educación, no se escucha el de salario digno ¿segmentación del sector entrevistado o ciertos valores que todos compartimos convertidos en telones que nadie descorre?

No estoy criticando al gobierno de Lula, conosco demasiado poco como para criticarlo. Ni defendiendo a los narcotraficantes de la fabela (ni a Cristina, a la que escucho en el subtítulo en portugués). Solo estoy narrando un almuerzo, en el que me di cuenta de que no me gusta el apio y en el que se construyó otra experiencia de extrañamiento cultural. Cristian dice que alguna vez esos morros que miramos a la noche cuando corremos van a bajar sobre la ciudad, van a quemar todo con sus luces que titilan. Yo lei a Mike Davis. Y no estoy tan segura, lamentablemente, de que esa utopía se realice. Las ordas bárbaras pueden aguantar mucho, mucho más.

Me voy a encerrar en las estancias de Agamben (tal vez, si conseguimos un precio accesible, hoy vaya al teatro).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La propaganda era: "No de nuevo, decía!!!!".

Mariana dijo...

Ahora lo corrijo!!