Elegí ir por donde más te guste...

23.9.08

Turísticos

Salió el sol, y sí, nos vamos al Cristo. El típico paseo de Rio, en el que vamos a oir mezclada las lenguas hasta que todo se convierta en un susurro múltiple, inestable. Antes, como voy a Botafogo caminado, con lo que ahorro del omnibus, desayuno: jugo de frutilla (suena raro así, en realidad tomé suco de morango) y un salgado. Como nosotros no contratamos excursiones, pegamos el 583.

Alguien me dijo, no recuerdo quién, que evitara todos los vendedores que asedian antes de subir al tren y que eligiera la subida tradicional. Hacia allá vamos, la carterinha de la Puc es el salvavisa (quise poner salvavida pero creo que el neologismo involuntario fue revelador). Como nos sobra tiempo, intentamos recorrer en Laranjeiras un largo que nunca encontramos, y después esperamos, viendo como se nubla, temiendo que las malditas cosas blancas se crucen en el medio de nosotros, la estatua y la ciudad.

El trencito es maravilloso, va por el medio del morro, atravesando la vegetación. Consigo una ventanilla, pero como siempre, siempre!, me pasa, elijo justo el lado equivocado, el que no se ve para abajo. En fin, no importa, porque voy a recuperar todas las vistas arriba.

Y ahí abajo está toda la ciudad. Toda, toda (menos las favelas que el morro tapa, parecen que hubieran contratado al hermano de la estatua para ponerlo ahí). La playa, el mar, la universidad, el mar, el cementerio, el pan de azucar, urca, botafogo, el cementorio, las favelas con vista al mar de zona sur. No es que me la cuente, pero yo ya había entendido la ciudad. En proyecciones de planos fue solo una confirmación. Pero el resto... la altura, la distancia, el Cristo que parece que se te va a venir encima, con sus manos abiertas (donde esperamos el tren hay un cartel que dice que la artista, mujer, que talló el las manos, tomó como modelo las suyas, así que el Cristo brasilero tiene algo de travesti).

Primero, a los tres, nos toma el frenesí fotográfico. Fotos aca, fotos alla, mirame que te saco una foto. La típica la tomo igual: yo abriendo los brazos, con la majestuosa y bonachona estatua detrás. Nos perseguimos. Tengo hasta videos filamdos de las vistas (me pueden explicar para qué, si el paisaje no se mueve). Cabellos al viento, como las modelos, pero enredado.

El aire es frio. Despacio voy dejando la cámara y me quedo parada, mirando. Podría quedarme todo el día. Hace mucho frio y yo con mi remerita escotada. Mientras se va nublando, me apoyo contra la varanda de piedra que mantiene aún el calor del sol. Es el abrazo de la piedra. Las nubes comienzan a atravesarnos, al Cristo no, le pasan por al lado. No llueve pero nos mojamos. Mis ojos quedan al nivel de la varanda, del lado menos lindo de Rio. Turísticos. La chica bonita que al lado nuestro habla en lo que suponemos árabe, debe tener mucho dinero, tal vez, es una princesa. No es la ropa lo que distingue acá arriba sino el tamaño del zoom.

No entiendo porqué al Cristo travesti lo hicieron con estigmas. Tal vez para recordar el dolor (y asegurar la redensión). Igual desde abajo no se ven, nadie recuerda el dolor cuando está en Ipanema tomando sol.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No sé si estoy quejosa hoy o qué, pero viendo la foto, lo primero que noto es lo siguiente: las manos del Cristo original están para arriba porque es un gesto significativo de la entrega a la humanidad, del prodigarse (son muchos años de escuela católica... perdón). En cambio tus manos, Marianette, están en posición de: "en cualquier momento salgo planeando y me doy un paseo que ni en parapente"!!! Digo... no es de mala... se me ocurrió nomás (será de la envidia, porque acá está lloviendo y hay jugadores de fútbol por todos lados..). El post me EN-CAN-TÓ.